El Sporting salió derrotado en lo que supuso la presentación oficial del equipo ante su afición. Los rojiblancos cometieron dos fallos puntuales en defensa que permitieron a los lusos anotar sus únicos dos tantos en jugadas a balón parado. A continuación os dejamos la crónica del encuentro, de manos del diario El Comercio:
El Sporting ofreció ayer, en su regreso a El Molinón, donde tuvo la primer toma de contacto el nuevo proyecto de Manolo Sánchez, la imagen más irregular de la pretemporada. Dos errores defensivos, en sendas jugadas a balón parado, resultaron determinantes para que el Villa de Gijón se fuera hacia Portugal.
En la alineación de Manolo Sánchez, la novedad fue la ausencia de Canella. Aunque el lavianés es pretendido por el Valencia, su baja fue debida a un golpe recibido en el amistoso del pasado miércoles en Lugo. El técnico gijonés dispuso un 4-2-3-1 sobre el césped de El Molinón, con Barrera y Nacho Cases en el centro del campo, y con intercambios frecuentes de posiciones entre Trejo y Guerrero, quienes basculaban entre la banda izquierda y la mediapunta.
Desde el primer momento, el equipo gijonés intentó mostrar las señas de identidad del nuevo técnico a base de contundencia defensiva, agresividad en el centro del campo y presión en el ataque. Sin embargo, resultaba complicado realizar juego ofensivo, porque el Vitoria estaba bien posicionado en defensa, sin permitir espacios libres. Incluso, los portugueses montaban algún contraataque esporádico, aunque, en la mayoría de las ocasiones, se encontraban a un expeditivo Gregory, que exhibía sin concesiones su gran poderío aéreo.
El problema de los rojiblancos estaba en el centro del campo, zona en la que El Adoua tenía más anticipación para controlar la parcela central, en la que Álex Barrera y Nacho Cases no encontraban la compenetración adecuada.
Los ataques rojiblancos eran aislados. La falta de sitios provocó que Sangoy optara por moverse más fuera del área, con la intención de colaborar para abrir espacios. Cuando Trejo se iba al centro, pese a su individualismo, el juego ofensivo rojiblanco mejoraba, además de dejar pasillo para que Álex Menéndez entrara con cierta frecuencia.
Cumplido el primer cuarto de hora, el Vitoria ganó terreno al Sporting y dispuso de dos buenas ocasiones de gol. La primera fue en el saque en corto de una falta, con disparo final de Toscano que rechazaron Juan Pablo y el poste derecho de su portería. A continuación, se produjo una internada de Barrientos, excesivamente cómodo, que acabó en córner.
Los gijoneses apenas llegaban a los dominios de Douglas. Lo más peligroso fue un golpe franco lejano ejecutado por Sangoy, quien dio al balón una trayectoria parabólica, con apuros para el portero, pero sin que llegara algún rematador. Trejo tuvo una ocasión posterior tras un remate defectuoso de Guerrero, pero le faltó acierto.
Uno de los defectos de los gijoneses durante esta fase del encuentro estaba en el tiro a puerta. Buscaban adornar en exceso la jugada y prepararse demasiado para buscar la posición de disparo.
El primer tiempo finalizó dentro de un tono de equilibrio, con sólo una jugada destacada en la que Juan Pablo detuvo un disparo cruzado de Soudani.
En el segundo tiempo madrugó el primer gol luso, en el que el central Defendi se anticipó a los defensas rojiblancos en una falta lejana de Barrientos, en la que se mostró excesiva pasividad en el despeje.
La reacción de los rojiblancos tras el golpe llegó con demasiadas imprecisiones y un juego a trompicones. Se intentaba abrir el juego luso con entradas por las bandas, pero de una forma bastante infructuosa. La única ocasión para haber marcado fue de Óscar Trejo, en un uno contra uno, pero su disparo inocente lo rechazó el portero visitante con las piernas.
Detalles aislados
Los cambios en bloque del técnico gijonés no tuvieron demasiada efectividad. El Sporting mostró detalles simplemente aislados, con un toque de Juan Muñiz y otros dos de De las Cuevas, pero sin ninguna efectividad.
Al filo de la media hora llegó el segundo tanto portugués, en un saque de esquina que fue rematado otra vez por Defendi, con un certero cabezazo, en el que se anticipó a la defensa rojiblanca. El Vitoria de Guimaraes dejaba el encuentro visto para sentencia.
La imagen del Sporting ayer en El Molinón fue la más frágil de la pretemporada. Los gijoneses estuvieron demasiado espesos y en ningún momento tuvieron capacidad para controlar el centro del campo, lo que fue uno de los aspectos clave del partido. Esa falta de capacidad para llevar el control del juego resultó determinante en la pobre capacidad para generar juego ofensivo. Por otra parte, la contundencia defensiva también resultó irregular, ya que lo más destacado fue la espectacularidad de Gregory en los balones aéreos, pero en esta ocasión hubo demasiadas deficiencias y falta de compenetración. Se acusó la ausencia de un jugador contundente, como es el caso de Sergio Fernández.
Manolo Sánchez pretendía que la prueba de anoche fuera la más aproximada a lo que es el equipo que va a comenzar la competición liguera, aunque quedó claro que se precisan demasiadas matizaciones y una mayor continuidad en el juego. En el centro del campo se detecta un defecto que se acentuará ante rivales que se cierren en exceso. Lo de anoche debe ser un aviso a tener en cuenta para hacer las correcciones oportunas.
1 comentarios:
Creo que fue un tostón de partido, ésto es lo habitual de las pretemporadas del Sporting.
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